Quiero compartirles mi super aventura extrema del sábado de mi alocada y emocionante vida: limpié el cajón de mi ropita interior.
Ya tenía muuuucho tiempo queriendo ordenar mi clóset y mi cajón, pues tengo mucha ropa que no uso, no me queda, o de plano ya está viejita. Así que puse manos a la obra.
Y bueno, dirán “¿Y eso qué tiene que ver con ser verdes?¿quién quiere saber sobre tu cajón de chones viejos?“. Pues bueno, tengo en mente reducir mi clóset y cajones de ropa, ya que el primer paso a una vida sustentable y zero waste es rechazar lo que no necesitamos, buscar una vida más simple y minimalista. Yo sé que no lo lograré en una semana, me conozco. Pero si quiero ir reduciendo paso a paso las cosas que tengo y uso. Así que por eso quise compartir ese momento con ustedes.

Pues les cuento: mi cajón estaba rebosando de ropa mezclada, desordenada, y ya me era difícil acomodar la ropa que lavaba para guardarla. ¡No encontraba lugar, ni cabía! ¿Pueden creerlo?

Así que vacié todo el cajón, puse la montaña de prendas en la cama, y empecé a separar: lo que descartaré y lo que seguiré usando. La ropa que ya no usaré en realidad esta muuuy vieja. Así que la guardé en una bolsa de plástico (ni modo) y la puse justo al cesto de basura. Porque aunque es ropa muuuy viejita, yo sé que lamentablemente hay gente que no tiene NADA, absolutamente NADA, y hasta un par de calcetines con agujeros les servirá. Por eso la deje separada y en una bolsa bien cerrada por si alguna persona necesitada la encuentra y le sirve de algo.

Después, llegó la hora de acomodar la ropa que SI usaré. Aquí entra la mentalidad zero waste. Yo sé que muchos de usteden han visto a Marie Kondo y han quedado fascinados con su magia para ordenar las cosas. Y algo que ella usa mucho, son: cajas. Las cajas que ella usa son muy lindas, y seguro que las puedes encontrar en tiendas bonitas y también de segunda o sobrerruedas.
Sin embargo, yo quise mejor aprovechar lo que tenía en mano, no comprar cosas nuevas, generar menos basura, y no gastar dinero innecesariamente solo por algo “lindo”. Lo que hice fue tomar 2 cajas de cereal vacías, cortar la cara de enfrente, y después, esa misma cara recortarla en pedazos mas cortos y que tuvieran la longitud de lado a lado para crear separaciones en la caja misma. Así tendré compartimentos y podré acomodar mis prendas. Lo único que utilicé fue la caja de cartón, tijeras y cinta adhesiva. Ni siquiera me puse a hacerlo con precisión. No usé regla, ni cutter o navaja, ni nada para hacerlo muy detallado, pues al fin y al cabo es para acomodar mis calcetines y chones, un cajón que NADIE más va a ver (bueno, ahora ustedes sí, pero para que se den una idea).
Ya si quisieran aprovechar esa idea, ustedes pueden armar sus cajitas con calma, midiendo bien los trazos, e incluso forrándolas con alguna linda tela o restos de papel que tengan por ahí y no sepan qué hacerle. Así que pueden intentarlo, y si tienen dudas, por favor contáctenme.
Después coloqué mis cajitas de cereal en el cajón, acomodé el resto de las prendas en el espacio vacío… y ¡tan tan! Todo acomodado, ordenado y despejado.
¿Qué tal sus cajones de ropa? ¿Les hace falta orden? ¿Les gusta la idea de reutilizar la caja de cereal? Espero que esa idea tan simple les sea de utilidad y puedan organizar sus cajones. Compartan sus ideas zero waste para organizar en los comentarios, me encantaría saber sobre ustedes.
¡Chau!